viernes, 12 de noviembre de 2010

Poseída

Ángela se encontraba durmiendo plácidamente junto a su novio. Ambos estaban en una casa de dos pisos junto con más amigos. Había un silencia absoluto, ya que todos dormían. De pronto, Ángela se levantó de la cama, salió de la habitación y se dirigió al salón. Caminó hacía la ventana, la abrió y se sentó en ella. La joven se arrancón un crucifijo que llevaba colgado del cuello, lo apretó con fuerza contra su mano y comenzó a balancearse.
Breogan se despertó al notar la ausencia de su novia en la cama. Se levantó y salió el pequeño dormitorio. En el pasillo, se encontró con Marcos, que salía del  cuarto de baño.
-          Marcos, ¿has visto a Ángela? Es que no está en la cama. –
-          No la he visto. Quizá haya ido a la cocina a por agua. –
Breogan asintió con la cabeza y se adentró en el salón para dirigirse a la cocina mientras Marcos regresaba a su habitación.
-          ¡Marcos! –
Breogan gritó al ver lo que estaba sucediendo en el salón. Marcos acudió a su llamada y vio a su amigo completamente paralizado, observando la venta. En ella se encontraba Ángela, sentada, balanceándose y arriesgándose a caer al vacío. El joven se acercó a ella e intentó convencerla para que entrase en la habitación. La joven hacía caso omiso.
Mientras, el resto de personas de la casa aparecieron alertados por el grito de Breogan. En cambio, todavía faltaba alguien.
Marcos continuaba intentando hacer entrar en razón a su amiga, cuando Breogan desapareció. El muchacho había recordado algo que su amigo Jan le había contado sobre Ángela.
Breogan entró en un cuarto y se aproximó a una cama. Jan dormía en ella. Le despertó.
-          Necesito tu ayuda. Ángela… está como… poseída. –
-          ¿Dónde está? –
-          En la ventana del salón. –
Jan salió corriendo de la habitación y se dirigió al salón, seguido por Breogan. Con calma, se aproximó a la ventana donde se encontraba su amiga. Le indicó a Marcos que se apartase y se acercó más a Ángela. La observó y cogió su mano izquierda. La tenía cerrada. Jan, con dificultad, le obligó a abrirla y observó que en ella tenía un crucifijo. Lo tenía clavado en la piel e impregnado de sangre debido  a la fuerza con que lo guardaba dentro de su mano. El muchacho se giró hacía sus amigos y dijo:
-          Necesito un mechero. –
Breogan cogió uno de un cajón de la cocina y se lo llevó a Jan. El chico lo cogió. Con la mano izquierda, mantuvo abierta la mano de Ángela. Con la derecha. Encendió el mechero, lo aproximó al crucifijo y quemó la mano de su amiga.
Al sentir el fuego, Ángela agonizó de dolor mientras sus amigos y su novio observaban atónitos la escena. De pronto, la joven sufrió un espasmo y se deslizó por la ventana. Jan la sujetó con fuerza y la condujo al interior de la casa. La tumbó en un sofá. Breogan se acercó a ella y la acarició con suma delicadeza.
Ángela estaba tumbada y temblaba con mucha intensidad. Abrió los ojos y se abrazó a su novio. Comenzó a llorar. Le dolía la mano. Observó el lugar foco de aquel dolor y pudo ver la marca de un crucifijo grabada con fuego. Alzó la mirada y buscó a Jan. Cuando lo encontró, le dijo:
-          Ha vuelto a pasar, ¿verdad? Esto no ha acabado aún. Tenemos que hacer algo. Y ya. –
Jan asintió con un suave movimiento de cabeza.

Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)

2 comentarios:

  1. Saludos!!!
    ¿Escribes todos los relatos de tu blog?
    Es que me apasiona leer cosillas que escriben los nuevos escritores ... a mi me encanta escribir y el 80% de mi blog va sobre mis poemas, reflexiones, microrrelatos...
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    Gracias!!!

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  2. Pues todos y cada uno de los relatos que hay en mi blog están escritos por mí al 100%. Salvo el último subido que como pone está escrito por mí y un compañero. Me alegro que te guste lo que escribo y muchas gracias de todo corazón por interesarte y por invertir tu tiempo en leer este blog. Un saludo muy fuerte.
    Nuevamente, gracias.

    Firmado: Paloma García Villar

    http://latintaesmisangre.blogspot.com

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