domingo, 3 de abril de 2011

Lady Gadian Y Su Casamiento

Lady Gadian le observaba como si de un ángel o de un dios se tratase. Mientras, Ser Garlic dormía plácidamente abrazado a ella sin ser consciente de lo que sucedía. Lady Gadian no podía dejar de observarlo, acariciarle y susurrarle al oído lo que le amaba aunque él no la escuchase. La doncella estaba feliz ya que era la primera noche que dormía junto al amor de su vida.
Con delicadeza para no despertarle, la joven se acurrucó en los brazos de su amante y se durmió. En ese momento comenzó a soñar…
Era un día cálido y radiante. Lady Gadian estaba en sus aposentos reales rodeada de bellas damas que la ayudaban a vestirse. Le estaban colocando un hermoso y largo vestido blanco que dejaba al aire los hombros y la espalda de la muchacha, era tan largo que no se le veían los pies y por la parte trasera tenía una larga cola. En el pecho, en la tela blanca tenía unas piedras plateadas que simulaban la parte superior de un corazón. Cuando la dama tuvo el vestido puesto, las doncellas le colocaron unos largos pendientes y una gargantilla hecho todo de su piedra favorita, lápiz lazulí.
Ser Garlic esperaba impaciente en aquel sagrado lugar decorado con hermosas flores y lleno de gente. El guerrero se encontraba en el altar, frente a un sacerdote vestido con un traje negro formado por unos pantalones y un chaleco que por encima llevaba una chaqueta de manga larga que por la parte trasera le llegaba hasta las rodillas y que por la parte delantera se abrochaba por encima de la cintura. Por debajo del chaleco se veía una camisa color blanco que llevaba al cuello una reluciente corbata negra. En las muñecas de la chaqueta se veían dos gemelos hechos con ámbar.
Entonces se oyó la música de ceremonia. Ser Garlic se giró y vio a Lady Gadian entrar por la puerta de la iglesia. Se dirigía hacia él. Lady Gadian llegó al altar y dio comienzo el casamiento.
Abrió los ojos y vio a su amado observándola.
-          Buenos días mi amada. –
-          ¡Oh! Tan sólo ha sido un sueño – dijo la dama con cara apenada.
-          ¿Qué sucede Gadian? ¿Está todo bien? –
-          Sí Garlic. Sólo que he soñado algo maravilloso y me he dado cuenta de que no era real. –
-          ¿Un sueño más maravilloso que la boda que tuvimos ayer? –
Lady Gadian se quedó totalmente sorprendida y boquiabierta. ¿Continuaba soñando o había sido todo real?

Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra

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