Empiezo a temer por mi salud mental. Sin duda, esto no puede ser normal. Estoy aquí, sentada en el suelo, viendo las tumbas que hay a mi alrededor. Me encuentro en el cementerio, sentada al lado de mi estatua favorita, escribiendo y no puedo dejar de pensar en lo mismo. No sé como soy capaz de pensar en algo así en un lugar tan sagrado como este. No logro quitarme estos lujuriosos pensamientos de mi cabeza y ni estando rodeada de muerte soy capaz de olvidarlo. ¿Qué me pasa? Tengo que sacarme esto de la mente, no puedo pensar más en ello o me volveré verdaderamente loca.
Aquí estoy, sentada al lado de una de las tumbas más tristes que hay en este cementerio y en mi mente sólo hay un pensamiento. Tan sólo pienso en lo que se siente al notar el roce de tus labios, tus caricias, tu respiración sobre mí, el rozar de tu cuerpo contra el mío, tu piel, tu calor, tu mirada fija en mí… En mi mente sólo hay lujuria, no hay ningún buen pensamiento. No sé como soy capaz de pensar en algo así en este sitio.
Empiezo a ver alucinaciones. Estos pensamientos están logrando que pierda la cabeza. Cada pensamiento ahora se empieza a hacer más real. Mis pensamientos empiezan a ser tan fuertes y tan constantes que mientras pienso en ellos puedo sentirlos. Estando aquí, rodeada de cruces, siento lo que sentiría si mis lujuriosos pensamientos se hiciesen reales. Noto el calor, noto el rozar… lo siento. Lo siento como si fuese real, pero no lo es. No es real, sólo son mis pensamientos en la soledad de este sagrado territorio. Me estoy volviendo loca, siento mis propios pensamientos como si fuesen reales.
Continúo pensando en lo mismo, no puedo sacármelo de la cabeza. Mientras escribo la temperatura de mi cuerpo aumenta y siento como algo acaricia mi piel. Pienso en lo que se sentiría si me acariciases y noto esas caricias en mi piel. Pienso en lo que se sentiría al notar el roce de tus labios y siento calor en mi propia boca. Mis pensamientos se están haciendo reales. Son reales, reales en mi propia soledad en la que estoy rodeada de espíritus que hacen que pueda sentir todo cuanto pienso. Sí, son ellos los que hacen que sienta todo esto. Son ellos los que hacen que puedan hacerse reales estos lujuriosos pensamientos en un lugar como este.
Me estoy dejando llevar. Mientras escribo estas palabras me estoy dejando llevar por mis pensamientos y por los espíritus. No hago nada, tan sólo me dejo llevar, dejo que todo fluya. Ellos controlan ahora la situación. No les impido que permitan que todo lo que se pasa por mi mente se haga real. Me gusta esto, me gusta sentir mis pensamientos en mi propia piel. Me gusta sentir que cada cosa que pienso se hace real, aunque sólo sea en mi locura. Todo esto está pasando en mi imaginación, aunque lo sienta, no es del todo real. Tan sólo siento mis pensamientos porque son muy fuertes. Mi locura me ha llevado a creer que los espíritus me ayudan a sentir lo que quiero. Me gusta esto, me gusta esta dulce locura, me gusta que los espíritus me hagan sentir lo que estoy sintiendo. Ahora… dejaré de escribir y me centraré en un único pensamiento. Un pensamiento que los espíritus harán real en mi locura. Un pensamiento simple que se puede describir con una sola palabra, placer.
Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)
Aquí estoy, sentada al lado de una de las tumbas más tristes que hay en este cementerio y en mi mente sólo hay un pensamiento. Tan sólo pienso en lo que se siente al notar el roce de tus labios, tus caricias, tu respiración sobre mí, el rozar de tu cuerpo contra el mío, tu piel, tu calor, tu mirada fija en mí… En mi mente sólo hay lujuria, no hay ningún buen pensamiento. No sé como soy capaz de pensar en algo así en este sitio.
Empiezo a ver alucinaciones. Estos pensamientos están logrando que pierda la cabeza. Cada pensamiento ahora se empieza a hacer más real. Mis pensamientos empiezan a ser tan fuertes y tan constantes que mientras pienso en ellos puedo sentirlos. Estando aquí, rodeada de cruces, siento lo que sentiría si mis lujuriosos pensamientos se hiciesen reales. Noto el calor, noto el rozar… lo siento. Lo siento como si fuese real, pero no lo es. No es real, sólo son mis pensamientos en la soledad de este sagrado territorio. Me estoy volviendo loca, siento mis propios pensamientos como si fuesen reales.
Continúo pensando en lo mismo, no puedo sacármelo de la cabeza. Mientras escribo la temperatura de mi cuerpo aumenta y siento como algo acaricia mi piel. Pienso en lo que se sentiría si me acariciases y noto esas caricias en mi piel. Pienso en lo que se sentiría al notar el roce de tus labios y siento calor en mi propia boca. Mis pensamientos se están haciendo reales. Son reales, reales en mi propia soledad en la que estoy rodeada de espíritus que hacen que pueda sentir todo cuanto pienso. Sí, son ellos los que hacen que sienta todo esto. Son ellos los que hacen que puedan hacerse reales estos lujuriosos pensamientos en un lugar como este.
Me estoy dejando llevar. Mientras escribo estas palabras me estoy dejando llevar por mis pensamientos y por los espíritus. No hago nada, tan sólo me dejo llevar, dejo que todo fluya. Ellos controlan ahora la situación. No les impido que permitan que todo lo que se pasa por mi mente se haga real. Me gusta esto, me gusta sentir mis pensamientos en mi propia piel. Me gusta sentir que cada cosa que pienso se hace real, aunque sólo sea en mi locura. Todo esto está pasando en mi imaginación, aunque lo sienta, no es del todo real. Tan sólo siento mis pensamientos porque son muy fuertes. Mi locura me ha llevado a creer que los espíritus me ayudan a sentir lo que quiero. Me gusta esto, me gusta esta dulce locura, me gusta que los espíritus me hagan sentir lo que estoy sintiendo. Ahora… dejaré de escribir y me centraré en un único pensamiento. Un pensamiento que los espíritus harán real en mi locura. Un pensamiento simple que se puede describir con una sola palabra, placer.
Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)
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