jueves, 22 de septiembre de 2011

Carta De Un Ser A Punto De Morir

Me muero, lo sé. Llevo meses en esta cama, en este hospital, sin apenas poder ni hablar, con una máscara de oxígeno pegada a la cara y he escuchado a los médicos. Me estoy muriendo, lo acaban de decir. Siento que la muerte se acerca poco a poco hacía mí. Un par de horas, eso es lo que me queda de vida. Me gustaría poder aprovecharlas, pero no me puedo mover de esta cama. Mi familia llora, se siente mal, pero… ¿cómo puedo hacerles ver cómo me siento yo? La muerte me acecha y no puedo hacer nada para impedirlo. Verles llorar a ellos hace más agónica esta situación. Ojalá pudiera decirles que me gustaría irme recordando sus sonrisas. Me muero, la muerte cada vez está más cerca. El tiempo corre en los relojes y yo, lo único que puedo hacer, es esperar. Esperar a que mi aliento cese, esperar a que mi corazón se frene y mi cuerpo se enfríe. Sólo puedo esperar mientras veo a mis seres queridos pasándolo mal. Ahora es cuando me doy cuenta de que debería haberme cuidado más en esta vida y este momento quizá habría llegado más tarde. Pero ha llegado el momento, la muerte ya está aquí, tendiéndome su mano para que me vaya con ella. ¿Cielo o infierno? ¿Qué es lo que me espera? Quizá no haya nada después de la muerte, no lo sé, pero estoy a punto de descubrirlo. Me voy, me voy sin poder decirle a mi hijo lo mucho que le quiero y lo orgulloso que me siento de él por haber logrado tantas cosas en la vida. Me voy sin poder pedirle perdón a mi nuera por todos los malos momentos que le hice pasar en la comidas familiares. Me voy sin poder decirle a mi nieto que le quiero y que me siento orgulloso de haberle visto crecer y del rumbo que está tomando ahora que es todo un hombre. Me voy…
Camino ya agarrado de la muerte por el más allá. Mientras me alejo no puedo dejar de pensar en todo lo que dejo atrás, en mi familia… Espero que se den cuenta de que siempre estaré con ellos, de que les protegeré allá donde quiera que la muerte me lleve. Me gustaría poder volver y decirles que cada vez que les vea sonreír para mí será como volver a vivir, pero que si les veo llorar… será como morirme otra vez. Quiero que sean felices y que superen mi marcha. Yo estaré bien, la muerte me llevará a buen sitio y estaré con seres queridos a los que le tengo muchas cosas que contar. Estaré bien…


Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra

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