viernes, 21 de enero de 2011

Morir Y Resucitar

Nemek y Zoe se habían conocido a finales de la adolescencia de ambos y desde el primer momento se había enamorado. Ambos se querían tanto que estaban totalmente seguros de que pasarían toda su vida juntos.
El tiempo pasó y ya llevaban cinco años juntos. Era seis de octubre y se encontraba en una iglesia llena de gente, ellos estaban en el altar. Por fin iban a cumplir el sueño de casarse. Pero algo muy trágico ocurrió inmediatamente después de que los novios se diesen las alianzas de boda.  En ese mismo momento el lugar sagrado fue asaltado por un grupo de trece personas encapuchadas y armadas. Disparaban al aire mientras robaban a todos los presentes. Una de las balas lanzadas al azar se dirigían al cuerpo de Zoe, pero Nemek se colocó delante y la bala impactó de lleno contra su corazón. Los asesinos huyeron al oír las sirenas, pues uno de los invitados había logrado avisar a la policía.
Zoe estaba sentada en el suelo con Nemek entre sus brazos. La  novia lloraba sin cesar sobre el cuerpo del hombre con el que acababa de contraer matrimonio. El cuerpo estaba sin  vida y la policía trataba de llevárselo al forense, pero Zoe no se separaba de él.
La muchacha tenía su vestido blanco impregnado de sangre al igual que el traje de su marido. Zoe no podía dejar de llorar y de gritar a Dios por lo que acababa de permitir. Apoyó la cabeza contra el pecho sin vida mientras maldecía a todo el mundo. Lloraba. Se abrazó al cuerpo. De pronto, oyó un latir de corazón. Alzó la cabeza y observó que Nemek tenía los ojos abiertos y respiraba. Zoe se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza. Él le susurró al oído: “te dije que daría mi vida por ti y que intentaría resucitar por ti, pues así ha sido”.


Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra

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