viernes, 14 de octubre de 2011

Hombre Lobo - Vampiro

Querido diario:
Hoy te empiezo a escribir, porque si no lo hago acabaré volviéndome loca. Estos últimos días han estado pasando muchas cosas, pero nada ha sido tan impactante como lo que sucedió hoy cuando me despedía de Rick.
Empezaré contando esta historia desde hace unos tres meses… Necesito poner todos mis pensamientos en orden contarle esto a alguien, aunque tan sólo sea a una libreta de color negro como esta.
Hace aproximadamente tres meses, descubrí que era una bruja. Así es, mi familia descendía de brujas y yo, ahora era una. Te preguntarás cómo lo descubrí y eso es lo que te voy a contar. Mis padres viajan mucho debido a su trabajo como extractores de minerales y cuando se van de viaje a mí me dejan en una pequeña casa de huéspedes que hay al lado de mi hogar. Allí vive una anciana un tanto extraña, la cual me lleva cuidando desde que soy un bebé siempre que mis padres viajan. El nombre de esa anciana es Tie. En la ciudad casi todos piensan que está loca, pero la verdad es una señora de lo más adorable. Bueno, el caso es que hace unos tres meses, mis padres se fueron de viaje y yo me quedé en la que ya era mi habitación de la casa de la señora Tie. Allí ella me contaba fantásticas historias sobre hombres lobo, brujas, vampiros, duendes y diversos seres de cuento. Pero una noche, estaba con ella, en la cocina, charlando sobre qué tal me iba el instituto, cuando de pronto, sin saber cómo, hice levitar una taza con leche hasta mi boca y beber de ella sin utilizar las manos. No sé cómo pasó, pero sé que en ese momento estaba deseando tomar un poco de leche de aquella taza que me había servido la señora Tie muy amablemente. Aquel acontecimiento me hizo quedar sin palabras, boquiabierta viendo la taza levitar. Miré a la señora Tie de reojo, para ver cuál era su reacción. La anciana estaba allí, a mi lado, riéndose de lo que estaba pasando. Entonces, conseguí reaccionar y preguntarle por qué se reía. La anciana, me contestó, con aquella voz tan aguda y suave. Me dijo:
-      Arania, cielo. Creo que ya es hora de qué conozcas tu verdadero yo. –
Cuando me dijo eso no comprendí nada. Pero la señora Tie cogió de un estante cercano un viejo libro (o eso me pareció por el aspecto que tenía) y comenzó a narrarme la historia que aquel libro contaba en forma de imágenes. El libro contaba la historia de una familia de jóvenes brujas y magos. Poco a poco me contó con todo detalle aquello y comencé a reconocer a personas de aquellas fotos. ¡Oh dios mío! En una de aquellas fotos estaba mi abuela con mi madre de niña. La señora Tie me estaba contando la historia de mi familia y me estaba explicando que YO, Arania, soy una bruja. Aquel “incidente” con la taza era el descubrimiento de muchos de mis poderes.
Durante los meses que estuvieron fuera mis padres, aquella anciana que parecía tan débil, me enseñó a utilizar muchos de los poderes que yo no sabía ni que tenía. Me enseño a levitar cosas cuando se me antojase, me enseñó a utilizar la telepatía con seres fantásticos, me enseñó a leer el aura de las personas, me dio libros con múltiples hechizos y me dijo que pronto empezaría a tener premoniciones.
Todo esto, te lo cuento querido diario, porque es importante en la historia que voy a contarte ahora. Lo cierto es que ya sabía que muchas de aquellas historias que me contaba la señora Tie eran ciertas. Porque hacía unos cinco años, mejor amigo, Rick, me había contado algo sorprendente sobre los barones de su familia. Me había contado que todos los barones de su familia eran hombres lobo, aunque trataban de pasar desapercibidos. Claramente, cuando me lo contó no me lo creí, pero un noche de luna llena… me lo demostró. Ante mis ojos lo tuve a él, totalmente convertido en un lobo muy siniestro, como salido de una de las historias que aquella anciana me contaba. Comprendí en ese momento que una de aquellas historias era la historia de la familia de Rick.
Dos historias reales, sobre familias reales. ¿Cuántas de esas historias son ciertas y cuántas reales? Creo que sólo la señora Tie lo sabe.
Bueno, sigo con la historia que me estoy yendo por las ramas. El caso, es que tras descubrir que soy una bruja. Cada tarde después de las clases practicaba hechizos y poderes con la señora Tie. Una de aquellas tardes, Rick se presentó en la casa. La anciana fue a abrirle la puerta, mientras yo continuaba practicando como helar un vaso de agua en el patio trasero. La señora Tie dejó entra a Rick y cuando ambos llegaron al patio trasero me vieron a mí… ¡a mí! Congelando aquel vaso de agua que la señora Tie había colocado sobre una mesa. Rick se quedó sin palabras, igual que yo tras el “incidente” con la taza. Entonces, en aquel mismo momento, me vi obligada a contarle a mi mejor amigo el hombre lobo que soy una bruja.
Rick aceptó mi condición e incluso participó en los entrenamientos con la señora Tie, ayudando a que pronto me convirtiese en algo más que una buja novata.
Pasaron tres meses y llegamos al día de hoy. Mis padres siguen de viaje, extrayendo minerales de vete tú a saber dónde y yo sigo en casa de la señora Tie. Esta tarde Rick vino a ayudarme en mi entrenamiento leyendo el aura de la gente y a apreciar cualquier tipo de alteración en ella. El entrenamiento finalizó y la señora Tie me dijo que ya estaba lista, que ahora debía de seguir entrenando y aprendiendo hechizos para llegar a ser una gran bruja. Pero yo sabía que aún no lo había aprendido todo… Las premoniciones… Aún no las había tenido. Tras el entrenamiento Rick se fue a su casa, porque aquel día era luna llena y debía prepararse para no hacer daño a nadie. Cuando se fue, se despidió de mí con un abrazo. Esto no es lo raro de la historia. Querido diario, sé que no comprendes porqué alargo tanto la historia, pero ahora lo vas a comprender todo…
En el momento de aquel abrazo… Tuve mi primera (pero no la última) premonición. Lo que vi… Me aterró. Todavía no se lo he contado a nadie y pienso en si debería contárselo a la señora Tie.
Mi premonición fue… Lo que vi fue… Vi a Rick… Una noche de luna llena transformado en hombre lobo… Y a punto de transformarse también en un… VAMPIRO. Estaba totalmente transformado, tal como el día en el que se transformó ante mí, pero sus ojos… sus dientes… los rasgos de su cara… Se estaban volviendo los de un vampiro.
¿Cómo puede ser? ¿Puede un hombre lobo ser a la vez un vampiro? ¿Cómo se transformó Rick en un vampiro? ¿A estado intercambiando sangre con alguna vampira y no me lo ha contado?
Estoy asustada, desconcertada… y no sé qué hacer. Nunca había escuchando que un hombre lobo pudiese ser también un vampiro. El caso es que aquello fue una premonición… lo que significa que quizá… aún no sea un vampiro. Tengo que investigar cómo puede suceder eso, debo preguntarle a la señora Tie si mi premonición puede ser posible y sobre todo… tengo que evitar que ocurra…
¿Será eso posible? ¿Será posible evitar que una premonición ocurra?
Todavía no lo sé, pero… Te prometo querido diario… Que lo voy a averiguar… Por el bien de Rick…


(Continuará…)

Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra

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