Observaba con mirada provocativa y lujuriosa a aquel chico que desde la puerta no me quitaba los ojos de encima. Me tumbé en la cama y con un suave movimiento me quité las gafas mientras le decía:
- Esta cama es demasiado grande para mí sola… ¿no vienes a hacerme compañía? –
Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra
Vigo, Pontevedra
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