viernes, 11 de noviembre de 2011

El Principio De Zaida Mich

Claudia tiene ya cuarenta años de edad y día a día se pregunta por qué continúa viviendo.   Cada mañana se levanta con una sonrisa para ir a trabajar, pero pronto su breve felicidad es frustrada por un marido alcohólico que acaba de volver a casa. Entre golpes, gritos e insultos consigue salir de casa. Son las seis de la mañana y mientras se limpia las lágrimas de su pálido rostro piensa en la cantidad de portales que toca limpiar.
De camino al primer portal, elimina todo rastro de tristeza en su rostro y pone la buena cara del día a día. Cuando llega al portal se encuentra con su hija sin apenas prendas que cubran su cuerpo. Su niña ha acabado su jornada y ahora le toca ir a casa a ejercer  de madre. Claudia no soporta ver a su hija prostituyéndose, pero necesitan el dinero.
Clara es una chica joven que no pudo recibir muchos estudios porque su madre Claudia no se los pudo pagar. Ahora Clara es madre de una pequeña Zaida, hija de uno de sus muchos clientes, la cuál es la pequeña esperanza de la familia. Claudia, la abuela de Zaida, trabaja todo lo que puede para poder darle a su nieta la vida que a su hija no le pudo dar, mientras su marido sigue en algún lugar alcoholizándose. Pero el dinero que ella gana limpiando y lo que Clara gana exponiendo su cuerpo no es suficiente.

El tiempo ha pasado y Claudia falleció de un cáncer que hizo todavía más agónico su fin. Tras su muerte, Clara tuvo que soportar las eternas borracheras los maltratos y las violaciones de su propio padre. No lo soportó y decidió irse de allí con la pequeña Zaida de tres años de edad. Debido a la falta de dinero, Clara tan sólo pudo alquilar un pequeño piso en el peor barrio de la ciudad. La joven pronto cayó en una depresión que la llevó a caer en manos de las drogas. Así, Zaida creció rodeada de mafias, ajustes de cuentas, drogas y sexo.



Firmado: Paloma García Villar
Vigo, Pontevedra

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