martes, 14 de febrero de 2012

Les Y Ray (2ª Parte)


Era lunes y ya habían pasado tres desde lo sucedido con Ray. Les apenas comprendía lo que había pasado y le había dado muchas vueltas. La joven había averiguado el motivo por el que Ray era tan frío y extraño. El d,ia que hicieron el amor ella advirtió que el muchacho tenía un extraño interés por el líquido rojo que corría por sus venas y ese interés sólo podía tenerlo una criatura. Les estaba convencida de que Ray era un vampiro pero también estaba convencida de que aquel pensamiento era una locura. Una locura en la que no podía dejar de pensar. Ray siempre le había gustado y sin duda lo que más le gustaba de él era aquella extraña actitud que tenía, pero el pensar que podía ser una criatura de la noche hacía que le amase mucho más.

Mientras Les pensaba en todo eso se había estado preparando para ir al instituto. Continuó pensando a la vez que abandonaba la casa y se ponía en camino al centro de estudios. Les no dejaba de pensar en que vería a Ray en clase y no sabía cómo actuaría al verle después de lo sucedido hacía tres días. Sin saber cómo el extraño estudiante había aparecido en su cuarto y se había acostado con ella casi sin hablar, justo cómo ella había soñado pocos minutos antes de que aquello sucediese. ¿Cómo podía reaccionar al volver a verle después de aquello? Eso fue lo último que a joven Les pudo pensar porque en el momento en el que esa pregunta se dibujó en su mente ya estaba entrando por la puerta del instituto. Dios unos pocos paso y vio a Ray.

Allí estaba él. En la misma postura en la que lo había visto en su cuarto. Tenía su espalda apoyada contra la pared, con su brazo derecho alzado, la mano apoyada en el marco de la puerta de una de las aulas y en su brazo izquierdo sostenía una carpeta. Les le observó a lo lejos y cuando pasó ante él bajó la cabeza y fingió que no le había visto.

-      - ¿Ahora me ignoras, Les? – dijo Ray mirando fijamente a la joven y con un tono de voz que hizo que todo el cuerpo de la chica se estremeciese.

-      - Perdona, Ray. No te había visto… - respondió ella con la mirada todavía clavada en el suelo.

-      - No finjas. Sé que me habías visto. Pero es normal tu reacción. ¿Qué te parece si faltamos a clase? Tengo ganas de volver a probarte. –

-     -  Bueno… Vale… -

Ray comenzó a caminar hasta la puerta del centro escolar y Les le seguía lentamente desde unos metros más atrás. Caminaron hasta el jardín que había situado en la parte trasera del instituto. Una vez allí el muchacho tiró su carpeta sobre la hierba y después se tumbó é. Les llegó unos pocos minutos más tarde al lugar y se sentó al lado derecho de Ray dejando un hueco entre ello, ya que a ella le ponía muy nerviosa tenerle cerca. La joven le miró disimuladamente y vio que él la estaba mirando sin ningún tipo de disimulo.

-      - ¿Te acuesta conmigo y ahora no me diriges la palabra? –

-      - Lo siento. Es que… No sé muy bien cómo actuar… Y tampoco cómo pensar… -

- - Les… sé lo qué piensas sobre mí y aunque te parezca una locura es completamente cierto. –

Ella no pudo responder a eso, pero tampoco tuvo que hacerlo. Sin darse cuenta Ray se había acercado más a ella y al ver que ella no respondía la había agarrado por la cintura y la había besado. Besado… Allí estaban, besándose otra vez y el cuerpo de les sufría un increíble calor interno. Cada vez que sentía los labios de aquel extraño joven todo su cuerpo se estremecía, un fuerte calor interno surgía de dentro de ella, todo lo que pasaba a su alrededor dejaba de existir y su corazón palpitaba aceleradamente. Y todo aquello que sentía hacía que no quisiese que aquel beso se acabase. Pero se acabó. Ray se separó muy lentamente y deslizó su mano fuera de la cintura de la chica. Se miraron fijamente durante unos minutos. Después Ray volvió a besarla. Luego le apartó el pelo del lado izquierdo del cuello, se colocó sobre ella y la mordió.


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