martes, 14 de septiembre de 2010

Forense

Su profesión no le agradaría a muchos. Sus amigos le decían que estaba loca cuando con dieciocho años decía que su suelo era ese. Aún así ella luchó para llegar a ser forense. No sabía porqué, pero desde muy pequeña le había atraído todo lo relacionado con la muerte y, aquella profesión le permitía trabajar con cadáveres y tratar con la muerte a diario.
Con los años logró convertirse en una de los mejores médicos forense del mundo. Aunque creían que estar tan en contacto con la muerte le había hecho perder la cabeza.  Pues se había construido su propio laboratorio forense en el sótano de su casa. Por este motivo a penas salía de casa. Siempre estaba trabajando en el sótano o escribiendo informes. Su piel había perdido color debido a la falta de exposición al sol. Estaba perdiendo totalmente el contacto con el mundo exterior. Se estaba sumergiendo de lleno en su trabajo. Estaba tan metida en ello que comenzaba a sentir atracción por los cuerpos sin vida que pasaban por la mesa de su laboratorio.
Un día llegó un cuerpo a su mesa de trabajo. Algo muy normal, pero aquel cadáver no era normal. Tenía algo que a ella le llamaba la atención especialmente. Cogió la carpeta que venía junto al cuerpo. La abrió y comenzó a leer los informes policíacos que se encontraban dentro. Empezó a leer: “el cuerpo sin vida de Scott Sprasky ha sido hallado en su casa en un avanzado estado de descomposición. La policía lo hemos identificado gracias a todas las pertenencias halladas junto con el cuerpo y a los pocos tatuajes todavía visibles.”
“Encontrado en un avanzado estado de descomposición…”- pensó. Releyó aquellas líneas. No era posible. Aquel informe tenía que ser erróneo. El cuerpo que tenía ante ella estaba en perfecto estado, no había rastro de descomposición alguna. Parecía que aquel joven continuase vivo. Su cuerpo estaba intacto y todos sus tatuajes estaban perfectamente visibles, al contrario de lo que ponía en el informe. Decidió comprobar si realmente aquel hombre era Scott Sprasky o si le habían enviado el informe equivocado. Obtuvo los resultados y, para su sorpresa, el informe era correcto. Tenía en su mesa el cuerpo de Scott Sprasky.
Estaba totalmente desconcertada. No comprendía como podía ser que aquel fuese el cuerpo que la policía había encontrado. Ya que lo hallaron en avanzado estado de descomposición y ahora estaba totalmente intacto. Aquello no era posible.
Durante un instante contempló el cuerpo de aquel joven tan atractivo. Se aproximó a su mesa de trabajo y destapó el cuerpo desnudo. Lo observó. Comenzó a acariciarlo y un escalofrío la invadió. Aquel hombre era realmente hermoso, era un chico muy atractivo y aquellos tatuajes le daban aspecto muy sexy. Una presión en su pecho no la dejaba respirar. Mientras tocaba el cuerpo sentía que algo malo iba a pasar.
Su mano estaba acariciando el cadáver un poco más debajo de la cintura. Cuando de pronto sintió que una mano fría le agarraba el brazo. Contempló asustada el cuerpo sin vida. Scott estaba erguido obre la mesa. Le había agarrado el brazo y la observaba con una mirada muy fría. Ella comenzó a respirar muy fuerte debido al pánico. Intentó soltarse de su mano pero no podía moverse. Intentó gritar pero ningún sonido salía de su boca. Estaba en total  estado de shock por el miedo. No comprendía nada. Aquello no podía estar sucediendo, era completamente ilógico.
El chico la soltó y ella rápidamente se alejó de él. Lo observó y apreció en él un enorme estado de desorientación. El joven tampoco comprendía nada. No sabía donde estaba, ni quien era aquella dama de bata blanca que había estado acariciando su cuerpo desnudo y tampoco comprendía porque se encontraba allí sin ropa. Se giró hacía la forense, la miró y dijo:
-          ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy desnudo?-
Lo observó atónita durante unos minutos antes de da respuestas a todas sus preguntas.
-          Estás en un laboratorio forense y yo soy Ángela, soy la forense que debería realizarte la autopsia. Estás aquí desnudo porque estás muerto y debería estar haciéndote la autopsias.-
-          ¿Muerto? No es posible. Si estuviese muerto no podría estar hablando contigo.-
-          Es una locura, pero estás muerto. La policía encontró tu cuerpo hace tres días. Ahí mismo tengo el informe. Aunque hay muchas osas en él que no cuadran. Te encontraron en avanzado estado de descomposición. En cambio llegaste a mí en perfecto estado y ahora estás hablando conmigo. Debo de estar loca. Esto tiene que ser una alucinación.-
El chico puso la mano sobre su pecho desnudo y dijo:
-          Mi corazón. No lo siento. Eso significa que realmente estoy muerto.-
-          ¿Tu corazón no late? No puede ser. Tiene que latir.-
Ángela se acercó y colocó la mano sobre el pecho de Scott. A los pocos segundos apartó la mano.
-          Estás muy frío.-
Scott asintió con un movimiento de cabeza y ella volvió a colocar la mano sobre su pecho. Él le agarró la mano y mientras la miró fijamente.
-          ¿Lo sientes? ¿Sientes mi corazón?
-          No es posible. Tu corazón… no late. Eso significa que… Y estás frío como el resto de cadáveres… Pero.. tu aspecto… es como si estuvieses vivo…-
-          Estoy muerto. De eso no hay duda… Pero… ¿Cómo es posible que pueda hablar, moverme e incluso sentir?-
-          ¿Sentir? ¿Puedes sentir?-
-          Sí.-
-          ¿Sientes mi mano sobre tu pecho?-
-          Sí.-
-          Y si… me acerco a ti… ¿Qué sientes?-
-          Escalofríos.-
-          Y si..te beso…-
Ángela acercó sus labios a los de Scott y le besó.
-          Y ahora… ¿Qué has sentido?-
-          Calor, mucho calor.-
Cogió la mano de Ángela y la puso sobre su pálida piel. La mantuvo sobre él durante un instante.
-          Ahora… ahora estás caliente. Es imposible. Esto no puede estar pasando. No puedes ser real.-
-          Ángela. Está pasando y soy real. Si no lo fuese no podría tocarte como lo estoy haciendo… No podría besarte como lo he hecho antes… Ni podría comenzar a desnudarte suavemente, acariciarte la piel y hacerte el amor…-
-          No puedes hacer eso.-
-          Lo voy a hacer y espero que no te resistas.-
La besó. Acarició su cara y poco a poco fue quitándole toda la ropa. Dejó a Ángela totalmente desnuda y le acarició todo el cuerpo. Ella podía sentir como la piel de Scott se iba calentando.
La cogió y la tumbó sobre la mesa de autopsias. Se puso sobre ella y le hizo lo que le había dicho. Ángela sentía como el frío le invadía el cuerpo. Estaba haciendo el amor con un chico muerto. Scott aproximó su boca al pecho de la chica y la mordió con tal intensidad que provocó sangre…
Ángela abrió los ojos. Se había quedado dormida sobre la mesa de su despacho con un bote de formol al lado. Entonces comprendió que todo había sido una pesadilla. Cogió el bote de formol y bajó al sótano donde le esperaba un cuerpo sobre la mesa de autopsias. Dejó el bote a un lado y destapó el cadáver. Se sobresaltó. Tenía ante ella al joven de su pesadilla. Se alejó de la mesa de autopsias y se observó. Cuando se miró reparó en que tenía sangre en su bata. La desabrochó y vio que en su pecho había sangre y la marca de un mordisco. Miró asustada al cuerpo y allí estaba, sentado sobre la mesa… La estaba observando…

Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)

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