martes, 14 de septiembre de 2010

Nostalgia (Parte II)

Me desperté. Abrí los ojos y observé todo lo que había a mi alrededor. Entonces me di cuenta de que todo había sido un sueño. Me levanté de la cama y fui al baño a lavarme la cara con un poco de agua fría. Regresé a mi habitación. Me tumbé en la cama y me quedé mirando al techo en la oscuridad. Tan sólo veía las pequeñas estrellas, que hay pegadas al techo, brillar. Todo estaba oscuro. Seguí observando el techo, a pesar de la falta de luz, mientras en mi mente empezaban a surgir pensamientos sobre el sueño del que me había despertado. Un sueño maravilloso del que no quería despertar. Un sueño tan real que no parecía lo que era. Mientras dormía te tenía a mi lado, pero tan sólo era mi imaginación jugando en la oscuridad. Ahora mismo ese es el único modo de volver a estar contigo, en sueños. Sólo pueden volver las largas charlas, tus abrazos y tus caricias mientras duermo.
Desde que alguien volvió a recordarme lo que pasó no puedo sacarte de mi mente. Nunca antes me había dado cuenta de lo que realmente siento por ti. Lo peor de todo es darse cuenta de esto ahora que no estás. Mientras me doy cuenta de todo esto, mientras te añoro, mientras extraño todo lo que vivimos juntos… deseo a otra persona, deseo vivir lo mismo que contigo con otro hombre. Me siento culpable. Jamás te dije lo que siento y sentir cosas por otra persona me hacen sentir como si te estuviese engañando. Me gustaría poder contarte todo esto, pero desgraciadamente el único modo que tengo de decírtelo es este. Ojalá el mundo me ofreciese la oportunidad de verte una vez más para poder abrirte mi corazón, para poder decirte que haga lo que haga, que pase lo que pase… me esperes. Porque, aunque no estés entre nosotros, siempre estás en mi corazón. Sé que hay veces que no pienso mucho en ti, pero sé que eso te hará feliz. Sé que te gustaría que siguiese adelante sin pensar en ti. Intento hacerlo, de verdad. Te prometo que trataré de continuar como he hecho hasta ahora, pero jamás te olvidaré. Espérame, porque, cuando vaya a ese cálido lugar en el que estás, volveré a ser tuya y nadie más importará. No importará nada de lo que deje atrás. Cuando volvamos a estar juntos, sólo importaremos nosotros.
Todo esto lo pensé en la penumbra de mi habitación, en la soledad de mi oscuridad, estando en mi pequeña cueva… Te echo de menos, daría lo que fuese por volver a tenerte.

Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)

No hay comentarios:

Publicar un comentario