lunes, 27 de septiembre de 2010

La Historia De Akane Olzon

Me llamo Akane Olzon y hoy os voy a contar la historia de mi vida. Todo dio comienzo un 23 de marzo del año 1991, ese día nací yo, en una pequeña ciudad llamada Byetar. Desde muy pequeñita mostré un tipo de comportamiento bastante agresivo y cambiante. En el colegio me relacionaba poco y pegaba a mis compañeros de clase. Con el tiempo aprendí que si me hacía daño a mi misma podía canalizar mi ira y de ese modo no hacía daño a los demás. Con seis años un compañero de clase me enfureció tanto que le di un puñetazo y le provoqué una grave lesión en el labio inferior. Este acto hizo que casi me expulsasen del colegio, pero no fue así. A los ocho años de edad, cuando jugaba en una pequeña asociación de vecinos de mi barrio, conocí a un niño con el que comencé a llevarme muy bien desde el primer momento. Él era un par de años mayor que yo y hacía poco que se había mudado a la ciudad, venía de una ciudad lejana llamada Polum. Todas las tardes iba a jugar con él y a mis padres eso les gustaba porque decían que mi comportamiento había mejorado desde que estaba con él. Pasó un año y conocí a cuatro chicos más. Eran amigos de él y se habían mudado también a Byetar. Sus padres habían sido trasladados a la ciudad al trasladarse también la fábrica en la que trabajaban. Sin darme cuenta estaba formando parte de una pequeña pandilla formada por mí y cinco chicos más, sus nombres eran Scott, Jhonn, Byron, David y William. Con el tiempo nos fuimos juntando con otros chicos del barrio, algo que fue un gran error y que formaría parte de la parte oscura de mi vida.
El tiempo pasó y con doce años de edad continuaba saliendo con mis cinco amigos, pero ahora también estábamos con los chicos malos del barrio. A una edad tan temprana me vi influida por ellos y metida en el mundo de las drogas. Siendo tan joven fumaba, consumía heroína, cocaína y demás sustancias. Con catorce años de edad perdí la virginidad sin ser apenas consciente por encontrarme drogada en ese momento. Durante esa época conocí a un chico llamado Alejandro el cual abusaba de mí cuando no era consciente de mis actos. No soportaba que abusase de mí y así me di cuenta de que lo que estaba haciendo no estaba bien. Hablé con mis cinco amigos de toda la vida y decimos que los seis debíamos dejar las drogas. Con mucha fuerza de voluntad logramos escaparnos de ese mundo, aunque no fue fácil hacerlo. Dejamos de lado aquellas amistades y comenzamos a escribir una nueva página del libro que forma nuestras vidas.
Conocía a nuevas personas en el instituto y tuve otro nuevo grupo de amigos, pero sin dejar de lado a mis cinco compañeros. Pronto comenzaría mi primera relación sería y estable con un chico. Esa relación finalizó cuando yo tenía 17 años tras un largo tiempo. Dio comienzo así otra etapa difícil de mi vida. Me vi sola, pues la mayoría de los que creían mis amigos no lo eran. Solamente estaban conmigo porque era la novia de su amigo. Me vi sola, aunque con el apoyo de mis cinco amigos, mi grupo de siempre, el de toda la vida. Con su ayuda comencé otra nueva página. Al comenzarla olvidé todo lo malo de mi pasado. Olvidé mis tres intentos de suicidio, los cuatro intentos de violación realizados por un viejo amigo y la desastrosa y larga relación que había tenido. Seguí adelante con mis estudios y fui conociendo a gente. Formé un grupo con mis cinco amigos, un grupo del que nadie en mi vida salvo ellos conocería su existencia. Durante el curso se me fue diagnosticada una enfermedad mental que haría que mi vida se complicase más aún y que provocaría un cuarto intento de suicidio.
A los dieciocho años de edad daría comienzo un largo capítulo de mi vida que contendría muchas partes buenas y una trágica historia. Intentaré contárosla con todo detalle y con un orden cronológico correcto. A esta edad conocería a la que, actualmente, es mi mejor amiga. Nos conocimos a través de una amiga que ambas teníamos en común. Con el tiempo nos empezamos a llevar muy bien y nos dimos cuenta de la cantidad de cosas que teníamos en común.  En el instituto estaba siendo un buen año y estaba con gente con la que me llevaba muy bien. Mi problema mental mejoraba y mi vida amorosa iba genial. Tenía un novio del que creía estar enamorada, pero con el tiempo su comportamiento posesivo me haría darme cuenta de que realmente estaba enamorada de otra persona. Me había enamorado de un gran amigo, alguien con el que siempre estaba. Durante el verano recibiría una noticia que me impactaría mucho. Mi padre me contaría que durante el matrimonio había tenido una relación con otra mujer de la cual había salido un hijo y ese hijo era Alejandro, un viejo amigo de la etapa oscura de mi vida. Un viejo amigo que había intentado violarme en cuatro ocasiones y que en ese momento se encontraba en la cárcel. Me costó asimilar la noticia, pero el buen momento que estaba viviendo me ayudó. Tenía una gran amiga, había encontrado el amor, tenía a mis amigos de toda la vida y un nuevo grupo de amigos. Nada podía ir mejor. El año pasó rápido y con ello llegaron ya los diecinueve años. El nuevo año comenzó con muy buen pie. Dio comienzo con una gran fiesta en la que estaría con mi mejor amiga y en la que conocería a nuevas personas. Un nuevo curso de comienzo y con ello volver a ver a mis compañeros. Mi mejor amiga se iría de Byetar a estudiar en otra ciudad, mi grupo secreto empezaría a ensayar con más frecuencia y conocería a grandes personas.
Tras las vacaciones de navidad y tras dar la bienvenida al nuevo año comenzaría algo en mi  vida. Dejé atrás mis sentimientos de amor y conocí a nuevos compañeros de clase. Entre los cuales encontré a un grandísimo amigo. Volví al instituto después de las vacaciones con más fuerza que nunca y dispuesta a conseguir todo cuanto me propusiese. Comencé a sentir extrañas sensaciones y descubrí que podría ser bruja. Muchas de mis sensaciones se hacían realidad y eso me llevó a sentir muchas malas cosas, como muertes. Comencé a llevarme muy con el chico en el que llevaba mucho tiempo fijándome, uno de mis mitos eróticos del instituto. Mi relación con él acabó en un pequeño lio y yo me enamoraría de él. Con mi mejor amiga todo iría genial. Se puede decir que viví un gran momento, hasta que algo ocurrió. Tras meses de sentir una extraña sensación, una semana antes de mi decimonoveno cumpleaños murió mi tío. Una persona muy querida por mí y, con esto, empezaría una serie de tragedias en mi vida. Poco después de esta gran pérdida y tras creer que me estaba recuperando del golpe, me dieron la noticia de que Alejandro había salido de la cárcel. Tenía miedo. Él lo conocía todo sobre mí y había intentado violarme en cuatro ocasiones. Me asusté, pero el tiempo pasó y no ocurrió nada. Olvidé que estaba libre. Todo continuaba adelante, pero se acabaría. Una noche me encontré con él y logró su objetivo. Me violó mientras me decía que me amaba. Tras la denuncia él fue asesinado en un tiroteo con la policía. Creí que se acabaría así la pesadilla, pero me equivoqué. Las consecuencias llegaron. Mis pruebas médicas realizadas tras la violación rebelarían que me había quedado embarazada. No sabía qué hacer. Dentro de mí había un ser que había sido engendrado por la persona que más odio en mi vida, yo estaba enamorada de un chico genial y no sabía si contarle lo que me pasaba. No sabía que debía hacer, si tener al bebé o no. Era demasiado joven como para ser madre, pero tomé una decisión.
Ahora tengo veintitrés años y un niño de cuatro años maravilloso. Sí, tomé la decisión de tener al bebé. Creí que él no  tenía la culpa de lo que había sucedido y de que su padre actuase como no debía. Él no debía pagar por aquello, merecía vivir. Estoy sola, pero le tengo a él, mi precioso niño que es lo que me da fuerzas para continuar cada día adelante. Mi grupo secreto con mis cinco amigos de toda la vida dejó de ser secreto y comenzó a dar conciertos. Ahora ya vamos por nuestro quinto disco y continuamos dando conciertos. Ya no vivo en Byetar, mi ciudad natal. Me mudé hace dos años a Polum junto con mi hijo y mi grupo musical. Vivo en una gran casa con mis cinco amigos, los cuales me ayudan con el cuidado de mi pequeño. Además de trabajar como cantante del grupo también trabajo como psicóloga y colaboro con una asociación que ayuda a las chicas que han sido violadas. Después de muchas páginas oscuras en mi vida me di cuenta de que si continúas adelante es posible transformarlas y convertirlas en páginas de luz. Por eso he decidido no rendirme y luchar, algo que también le enseño a mi hijo. Y esta es, en resumidas cuentas, las historia de mi vida.

Escrito por: Paloma García Villar
Vigo (Pontevedra)

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